¿Os suena el comentario de: “no te preocupes, ya hablará”? Sois muchos los padres que llegáis a consulta manifestando la duda con la que os encontrabais, sobre si hacer caso y esperar a que el niño comience a hablar “cuando quiera”, o acudir al profesional especialista en el lenguaje (Logopeda) para informaros.
A través de este post, me gustaría mostraros la gran importancia que tiene tomar una decisión u otra.
Resumidamente, si decimos esperar, estaremos eligiendo el camino que nos lleva a perder el tiempo.
- Perder el tiempo de que nos asesoren sobre si hay señales de que debemos comenzar a estimular el lenguaje, o si, por el contrario, el niño sigue el patrón marcado por los hitos del desarrollo.
- Perder el tiempo de realizar una estimulación temprana, aprovechando la gran plasticidad cerebral en estas edades.
- Perder el tiempo de dotar al niño y a la familia de las estrategias y recursos para potenciar al máximo sus capacidades lingüísticas y comunicativas.
- Perder el tiempo para lograr un mejor pronóstico en posibles trastornos del lenguaje.
Y así, una larga lista de motivos por los cuales nunca aconsejamos esperar.
Sin embargo, si decidimos guiarnos por el instinto de que algo no anda bien y debemos informarnos por el especialista, estaremos eligiendo el camino que nos lleva a aprovechar las enormes oportunidades que nos brinda la atención temprana.
Es cierto que en estos primeros años se está iniciando el lenguaje, y aún queda mucho tiempo para potenciarlo, pero si no está yendo al ritmo esperado (marcado por los hitos del desarrollo), cuanto antes nos aseguremos de si debemos intervenir o no, mejor. Hay niños que desarrollan el lenguaje más tarde de lo que marcan estos hitos, pero terminan alcanzando el mismo nivel que su grupo normativo de edad, incluso sin intervención específica. Son los que se denominan “hablantes tardíos”. Sin embargo, esto no ocurre siempre así. Otro porcentaje de niños, no consiguen igualarse a su grupo y las dificultades permanecen de forma persistente, afectando a uno o a todos los componentes del lenguaje, lo que conocemos hoy en día como TDL (Trastorno del Desarrollo del Lenguaje), anteriormente conocido como TEL (Trastorno Específico del Lenguaje). Su severidad va a depender de muchos factores, pero uno de los más importantes es, sin duda, la detección e intervención temprana de sus manifestaciones.
Por lo tanto, la espera no es la solución. Siempre debemos resolver la duda con un profesional del lenguaje, que nos asesore sobre los estándares del desarrollo y nos guíe en la toma de decisión para favorecer al máximo la evolución del lenguaje en nuestros peques.
¿Y cuáles serían esas señales a las que debemos prestar atención? A continuación, os detallo algunas de ellas entre los 0 y 5 años de edad:
0-12 MESES | 3 AÑOS |
Apenas balbucea (6m). Falta de respuesta ante sonidos o variaciones en la entonación. No se gira al oír su nombre. No emite sonidos con intención comunicativa. No reacciona ante palabras de su entorno más cercado y cotidianas. No comprende acciones simples (“dame”, “pon”, “ven…).No señala ni hace ningún gesto social. | No se ha producido un gran aumento del vocabulario expresivo, con adjetivos y palabras gramaticales (900-1000 palabras aproximadamente). Escasa producción de oraciones de 3 o más elementos. Limitación en el repertorio fonético con dificultad para entender su habla. Errores en la comprensión de preguntar tipo Q (¿Quién es?, ¿Qué hace?) No comprende órdenes de más de una acción. |
12-18 MESES | 4 AÑOS |
No aparecen las primeras palabras o produce menos de 10/12. No utiliza una sola palabra como frase, para expresar lo que quiere. Difícil comprensión ante órdenes referidas a una sola acción. Escaso uso de gestos sociales para la comunicación (adiós, hola, si, no…). No realiza juego simbólico (recrear situaciones, como por ejemplo dar de comer a una muñeca, hablar por teléfono, etc.). | No ha adquirido aún la mayoría de fonemas (normal la no adquisición del fonema /r/ suave, /r/ fuerte, /s/, sinfones /fl/, /cl/, /gl/ y sinfones con /r/). Oraciones limitadas a 3 elementos o menos. Escaso o nulo lenguaje narrativo. Vocabulario expresivo por debajo de 1000-2000 palabras. |
2 AÑOS | 5 AÑOS |
Vocabulario expresivo inferior a 50 palabras aproximadamente. No combina 2 palabras (“mamá agua”, “papa ven” …). Escasa comprensión sin apoyo visual. No aparecen las primeras oraciones interrogativas y negativas. | No se ha consolidado la adquisición de todos los fonemas del habla (siendo normal dar un margen de tiempo en la adquisición del fonema /r/ fuerte alrededor de 5-6 meses). Escaso uso y dominio de adjetivos, pronombres, adverbios o preposiciones. Dificultad para emitir un discurso estructurado. Frecuentemente produce oraciones gramaticalmente incorrectas. |
SIGNOS DE ALERTA EN EL DESARROLLO DEL LENGUAJE
Si tenéis dudas sobre si vuestros hijos o familiares en este rango de edad pueden presentar algunas de estos signos de alerta, recordad, la decisión más sensata sería la de acudir al profesional especializado que nos informe y asesore sobre ello.
Espero que este post os haya ayudado. Seguiremos hablando de otros muchos más temas interesantes desde la perspectiva de la Logopedia.
Irene López Lozano.
Logopeda.
SERENDIPIA. Centro de Terapias y Formación.