A lo largo de los diferentes post creados desde el departamento de Pedagogía os hemos hablado de las Funciones Ejecutivas y hemos ido desgranando lo qué son y cómo podemos trabajar algunas de ellas (la atención y la flexibilidad cognitiva).
En el post de hoy vengo a hablaros de “La planificación”.
La planificación es otra Habilidad Cognitiva Fundamental que forma parte de las funciones ejecutivas.
A grandes rasgos podríamos definirla como la capacidad para “pensar en el futuro”, pero es mucho más que eso ya que es una capacidad que nos permite anticipar mentalmente la forma correcta de ejecutar una tarea o alcanzar una meta específica.
Es por ello que trabajar la planificación desde edades tempranas es crucial para el desarrollo cognitivo y emocional de niños y niñas y puede tener beneficios significativos en diversas áreas de su vida.
Al trabajar en la planificación, los niños mejoran su capacidad de pensamiento abstracto, organización y toma de decisiones.
Aprender a planificar permite a los niños abordar problemas de manera estructurada y metódica, a controlar sus impulsos y pensar en las consecuencias que pueden tener sus acciones.
Cuando los niños participan en la planificación de sus actividades y metas, desarrollan un sentido de autonomía y control sobre su vida, ademas les enseña a gestionar su tiempo de manera efectiva, sentando de esta manera las bases para la adolescencia y la adultez lo que será crucial para su éxito tanto personal como académico.
Aprender a priorizar tareas y dividir actividades en pasos más pequeños ayuda a los niños a mantenerse organizados y evitar el estrés asociado con la dejadez y el aplazamiento de las tareas.
Pero… ¿cómo podemos hacer esto? ¿Cómo podemos fomentar la planificación desde edades tempranas?:
La planificación es una habilidad que se puede trabajar diariamente a través de diferentes actividades, rutinas y juegos.
Cualquier actividad diaria en la que hacemos participes a nuestros peques puede ser un entrenamiento: asearse, vestirse, lavarse los dientes, poner la mesa…
Ademas existen numerosos juegos como, rompecabezas, juegos de mesa, de lógica… cualquiera que les permita practicar habilidades como la organización o la resolución de problemas.
Tambien podemos ayudarles a establecer metas pequeñas y alcanzables y luego guiarlos a través del proceso de planificación para lograrlas mostrándoles tambien habilidades de planificación al organizar nuestras propias actividades y cómo abordamos ciertas tareas y problemas de manera planificada.
El entrenamiento en instrucciones es una estrategia clave para desarrollar habilidades de planificación. Enseñarles desde bebés a seguir y posteriormente dar instrucciones no solo mejora su capacidad para organizar y gestionar tareas, sino que también refuerza otras habilidades cognitivas y sociales importantes.
Y ¿de qué manera podemos llevar a cabo este entrenamiento en instrucciones?
En la siguiente tabla os muestro como hacerlo:
Práctica de instrucciones a través de … | ||
Descomposición de tareas | Ayudar a los niños a descomponer tareas grandes en pasos más pequeños y manejables Al ver cada tarea como un conjunto de pasos, los niños aprenden a estructurar y planificar actividades más complejas. | Si una tarea es limpiar su habitación, guíalos a través de los pasos: recoger juguetes, hacer la cama, organizar el escritorio, etc. |
Uso de listas de instrucciones | Elaborar guías paso a paso para completar tareas. Las listas visuales ayudan a los niños a entender y seguir secuencias, mejorando su capacidad para planificar y ejecutar tareas en orden. | Puedes crear listas visuales para actividades diarias, como hacer los deberes, preparar la mochila o seguir una receta. |
Juegos de instrucciones | Juegos de mesa con reglas específicas o juegos de rol donde deben seguir una serie de pasos para completar una misión. | Ademas de ser divertidos, enseñan a los niñ@s la importancia de seguir secuencias y adaptar sus acciones según las instrucciones |
Modelado y práctica | Sé su modelo, enséñale cómo sigues y das instrucciones en diferentes situaciones. | Mientras cocinas, haces las tareas de casa, mientras los vistes… explicarle cada paso en voz alta permite que el niñ@ participe siguiendo tus instrucciones. |
Reflexión y ajuste | Después de completar una tarea siguiendo instrucciones, dedica tiempo a pensar en qué pasos fueron útiles y qué cambios se podrían hacer la próxima | La reflexión ayuda a los niños en sus estrategias de planificación, fomentando habilidades de autoevaluación y mejora continua. |
Instrucciones verbales y escritas | Alternar entre dar instrucciones verbalmente y escribirlas para que los niños se acostumbren a diferentes formas de recibir y seguir instrucciones. | La exposición a diferentes formatos de instrucciones ayuda a los niños a desarrollar flexibilidad en su capacidad para planificar y organizar tareas. |
Herramientas visuales | Utiliza herramientas visuales como calendarios, gráficos de tareas o tableros de planificación para ayudar a los niños a organizar sus actividades y ver claramente los pasos a seguir. | Las herramientas visuales proporcionan una representación clara de la planificación y ayudan a los niños a visualizar el progreso y los próximos pasos. |
Instrucciones reciprocas | Anima a los niños a dar instrucciones a otros, como a un hermano menor o a un compañero de juego. Esto les ayuda a pensar en la claridad y la secuencia de las instrucciones que están proporcionando. | Dar instrucciones a otros refuerza la comprensión de cómo estructurar tareas y mejorar la comunicación, lo que contribuye a sus habilidades de planificación. |
En resumen, tanto el entrenamiento en instrucciones como las diferentes actividades y juegos mencionados son formas efectivas de enseñar y fortalecer las habilidades de planificación en los niñ@s.
Al integrar prácticas que involucran seguir y dar instrucciones, descomponer tareas y reflexionar sobre el proceso, los niños desarrollan habilidades clave para la organización, la toma de decisiones y la ejecución efectiva de tareas.
Mavi Fernández. Pedagoga.