Una semana más, tal y como hemos podido observar desde el departamento de Pedagogía, hemos estado profundizando entre las distintas funciones ejecutivas que existen, explicando en qué consisten y cómo entrenar algunas de ellas.
Hoy, me gustaría poner el foco en otra habilidad cognitiva clave como es: “La memoria de trabajo”.
Decimos que la memoria de trabajo es una función ejecutiva fundamental, ya que nos permite almacenar y manipular durante un periodo de tiempo breve la información necesaria para realizar tareas cognitivas complejas, como resolver problemas, tener una amplia comprensión de nuestro entorno, tomar decisiones, o seguir instrucciones. En líneas generales podemos decir que, la (MT) es como un “espacio mental” donde procesamos y manejamos información a corto plazo, mientras esta es relevante para poder ejecutar la tarea en curso.
Un ejemplo clásico para que podáis comprender en que situaciones actúa o hacemos uso de la memoria de trabajo sería recordar un número de teléfono mientras lo marcas o realizar operaciones matemáticas mentalmente.
Es por ello que, estimular la memoria de trabajo desde una edad temprana es crucial para el desarrollo cognitivo de vuestros pequeños, esto generará un impacto positivo en varias áreas de su vida. Al fortalecer esta habilidad, los niños mejoran no solo en el ámbito académico, sino que, también favorece la resolución de problemas, poder llevar a cabo varias tareas a la vez, la toma de decisiones y les facilita el manejo de situaciones sociales y emocionales, ayudándoles a regular su comportamiento y a planificar sus acciones de manera más efectiva. Esto se traduce en una mayor autonomía, mejor rendimiento escolar y una mayor capacidad para enfrentar los desafíos cotidianos de manera más organizada y eficiente.
Fortalecer y entrenar la memoria de trabajo requiere implementar estrategias y realizar ejercicios que potencien su capacidad. A continuación, os comparto algunas formas para trabajarla:
Juegos de memoria y desafíos mentales. | Utiliza juegos de cartas o de memoria que requieran recordar posiciones o secuencias para localizar la ubicación de elementos, como el juego de “Simón dice”, el memory “busca la pareja”, o juegos de mesa que impliquen estrategias. |
Realizar lecturas de cuentos en voz alta. | Leer cuentos y pedir a los niños que recuerden detalles o repitan partes de la historia ayuda a desarrollar su capacidad de retención. |
Hacer sopas de letras, crucigramas o sudokus. | Estos juegos involucran la retención y la manipulación de información mientras a su vez, pones en práctica la resolución de problemas. |
Realizar rompecabezas y juegos de construcción. | Estas actividades estimulan el pensamiento lógico y la memoria, ya que los niños deben recordar dónde van las piezas y cómo encajarlas. |
Memorización activa de conceptos. | Esta actividad se puede plantear de dos maneras. Primero le podemos dictar al niño/a una secuencia de palabras, después las tiene que volver a repetir pasados unos minutos o bien, darle una ficha con diferentes objetos y hacerle preguntas para que recuerde donde estaba cada elemento visualizado. |
Utilizar recursos visuales. | Un ejemplo de actividad seria tratar de relacionar diferentes objetos con su silueta correspondiente. De esta manera también, trabajaremos la orientación espacial y las semejanzas y diferencias. Combinar lo que quieres recordar con imágenes mentales o mapas conceptuales ayuda a mantener la información en la memoria de trabajo, ya que el cerebro retiene mejor imágenes que palabras sueltas. |
Ejecutar actividades que involucran varios pasos. | Un ejemplo de actividad que requiera seguir múltiples pasos, seria cocinar con una receta compleja o resolver problemas matemáticos multietapa. |
Practicar la atención plena “mindfulness”. | Un ejemplo de actividad seria poner en practicar ejercicios y técnicas de respiración, ya que, ayudan a mejorar la capacidad de concentrarse en una tarea especifica reduciendo las distracciones que afectan la memoria de trabajo. |
Llevar a cabo tareas duales. | Un ejemplo de actividad seria escuchar una historia y resolver un rompecabezas al mismo tiempo, realizar este tipo de tareas puede ayudar a entrenar la memoria de trabajo, aunque deben hacerse con cuidado para no causar sobrecarga. |
Leer y resumir. | Un ejemplo de actividad seria leer un texto y luego intentar resumirlo sin mirar el contenido, a la misma vez que se puede intentar recordar las ideas principales tras una conversación o una clase. |
Así mismo considero importante remarcar que, trabajar en la organización y el enfoque mientras realizas este tipo de actividades también es clave, ya que ayuda a reducir la sobrecarga cognitiva que puede afectar la memoria de trabajo.
Si necesitáis asesoramiento, así como, conocer más estrategias en lo referido a la estimulación de la memoria de trabajo, ¡no dudéis en consultarnos!
Laura López Rodríguez
Pedagoga.
SERENDIPIA. Centro de Terapias y Formación